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"Lo que surja..."

Sí, es cierto, últimamente escribo poco. Algunos me habéis preguntado por qué. Simple. Nada digno de relatar. Ante esa respuesta mía, varios, malinterpretando mis palabras, se han jactado de que eso era porque no habíamos quedado con la persona adecuada y han hecho otros comentarios a cual más ridículos ensalzando sus miembros y dejando patente su absoluta falta de conocimiento acerca de por qué una pareja como nosotros se mete a experimentar aventuras como las nuestras... En fin, esto daría para una entrada completa y seguramente la escriba, pero otro día. Hoy simplemente lo comento como introducción porque, aunque incluso en el mundo swinger hay rutina, también se rompe. Y aunque se hayan hecho tantos tríos o intercambios que ya no parezcan dignos de relatar de repente un día el morbo cambia de cara, y aparece acompañado de algo diferente. Y si además eso ocurre por sorpresa, sin planearlo, sin citas ni búsquedas, sin apenas conversaciones previas sobre ello... la experiencia

Una de esas mañanas tontas

¿Cómo llevas la mañana? Pues no muy bien... aburrida, hoy no sale nada del derecho. Más de lo mismo. ¿Por qué no te vas a Tabú, o a Momentos? ¿Ahora? Si. Te tomas una cerveza, desconectas y te relajas. Y seguro que te encuentras a alguien conocido. Charlas un rato y te echas unas risas. ¿Sola? Venga, a ver si puedo escaparme a mediodía y me acerco. Por un momento me dio la sensación de que no era tan improvisado como parecía... pero ¿por qué no? No me estaba cundiendo nada la mañana. Me sentaría bien. Suele sentarme bien. Dicho y hecho. Una ducha rápida, tanga, vestido y la raya del ojo. Al metro. Sólo el paseíto desde el metro al local bajo el sol ya parece que me levanta el ánimo. Cuando me abren la puerta, tras el beso de bienvenida aparece una cara de sorpresa pero de nuevo, no me parece muy real. Pienso que son cosas mías, que estoy susceptible. Efectivamente, algunas caras familiares. Una pareja amiga a la que me alegro de ver, un par de chicas conocidas y un chico. A es

¡Brutal!

¡Brutal! Es la única palabra que sacude mi mente mientras contemplo mi reflejo en el espejo del baño. Casi desnuda, solo con las medias y tacones, y los chorros de semen que escurren por mi pecho hacia mi ombligo. Me apoyo en el lavabo con una mano, me lavo con la otra, aún me tiemblan las piernas. Si alguien me hubiera dicho que hoy acabaría haciendo lo que acabo de hacer no le hubiera creído. Ha surgido de una forma tan natural, tan sin pensar. Charlando los tres alguien ha propuesto intentar una doble. ¿Por qué no? Tampoco sería la primera vez. Y al igual que en la conversación, los hechos han llegado por sí solos. Del cruce de seis piernas y seis brazos, tres sexos y tres bocas. Han ido surgiendo caricias, lametones, besos. De forma indiscriminada. Dos pollas para mí. Una vez más. Ojos llenos de deseo, bocas llenas de placer. Y entonces una de las dos pollas me ha penetrado. Lo deseaba. Lo deseábamos. Sentada sobre él, me ha abrazado atrayendo mi cuerpo sobre el suyo. La otra

¡Documentación!

Hoy toca ficción... dedicado a unos buenos amigos, que desde que leyeron este relato en un concurso han empezado a ver la carretera con otros ojos ;-)   Juraría que no iba tan rápido. No suelo correr al volante y no llevábamos prisa. De hecho, Álvaro había sugerido meternos por aquella carretera secundaria para evitar posibles atascos y como nos daba igual llegar a una hora que a otra la idea me pareció buena. Hacía rato que íbamos solos por la vía. Por eso cuando el coche verde y blanco apareció en mi retrovisor con las sirenas puestas hasta me asusté. Y cuando nos adelantó haciendo señas para que paráramos miré a mi somnoliento copiloto con cara de asombro. "¿Qué has hecho?" me dijo medio dormido. No me quedó más remedio que responder con sinceridad. "Ni idea" . Me eché a un lado y paré en un ensanchamiento junto a unos árboles, tal como me indicaban. Menos mal que el rostro que apareció junto a la ventanilla y tras saludar solicitó la documentación del vehí

MHM

Esta vez fue diferente. Y fantástico. En ambos sentidos. Porque lo fue y porque se trataba de cumplir una fantasía. Pero esta vez, de L. Ya hace tiempo que me lo venía diciendo: “Me gustaría mucho verte con otra pareja, a ti sola” . A mí la idea no me disgustaba pero no sé, se me hacía raro. Me gusta que participemos los dos. Y cuando alguna vez he jugado con alguien sin estar L. presente ha sido siempre con una sola persona. Tampoco lo habíamos evitado, ni buscado… simplemente no se había dado la oportunidad. Por eso cuando se dio, la aprovechamos. Estábamos los cuatro charlando, juntos, yo entre los dos chicos. Ella al otro extremo. Él me rozó, con más o menos intención. Ella se acercó y me besó, colocándose al lado de L. Pero, en contra de lo habitual, él se separó ligeramente y nos miró. Vio cómo yo la acariciaba. Y ella a mí. Y su chico a las dos. Y L. sin mover un dedo, sonriente, contemplándonos. Se echó un poco para atrás, apuró su cerveza y respondió a mi muda pregunta. “S

Light

Nos tumbamos a su lado. En ese momento él está sobre ella. Sus embestidas hacen que ella ruja, grite, gima y se retuerza de placer. Me excita mucho verlo y no he podido evitar quedarme mirando mientras nos desnudábamos. Sus cuerpos desnudos se entrelazan. Él eleva las piernas femeninas por encima de sus propios hombros y sigue penetrándola, implacable. Se incorpora quedándose de rodillas, aún sujetando las rodillas de la chica. Ella se agarra a la sábana, estrujándola entre sus dedos. Esos gemidos me están poniendo a cien. Entre medias, se oye "plas plas", los muslos de él chocan contra su redondo culo. Me abalanzo sobre L. que acaba de terminar de desnudarse. Tras besarnos con ansia baja a comerme las tetas. Sus labios me hacen enloquecer. Luego esa misma boca sigue descendiendo hasta mi sexo. De reojo miro a nuestros vecinos de cama. También él se ha situado entre las piernas de su chica y se dispone a saborearla. Disfruto de la visión tanto como de mi propia sensación. M

Paréntesis

Estas semanas de nuevo ha habido aventuras, alguna de ellas seguro que os la cuento ;-) Mientras tanto, os dejo con un relato de ficción, aunque bien podría ser autobiográfico. Espero que lo disfrutéis también. Había vuelto. Tras el torbellino en que se había convertido su vida en los últimos meses y que había estado a punto de engullirla, hoy estaba decidida a relajarse. Iba a ser solo un paréntesis, lo sabía. Pero lo necesitaba. Desconectó el móvil y se desnudó. Luego se puso el diminuto bikini, contemplándose en el espejo del vestuario. No le gustaba cómo le quedaba, había adelgazado demasiado. El puto estrés. Lástima que en la pequeña piscina no estuviera permitido el nudismo, eso hubiera sido perfecto. Pero nada es perfecto y aunque no parecía probable que apareciera nadie, pasaba de complicaciones, bastantes tenía ya. Aún con bañador aquello rozaba la perfección. La música, el agua y su piel. Y la soledad, ¡por fin! Por eso le gustaba subir de madrugada, por eso había sub

5-2

5-2. No. No hablo de la Liga. Ni de la Copa. Ni de la Champions League. Ha sido el resultado de hoy. Nina 5, resto 2. Como en los Derbys, el primero no se ha hecho esperar. Escenario: cuarto oscuro. Yo en el centro del área, rodeada de tres chicos. Uno a mi espalda, otro ante mí y el tercero en un lateral. Detecto peligro en la zona. El moreno del lateral presenta una considerable erección. Llevo la mano a su polla y empezó a acariciarla. En breves momentos anuncia una inminente corrida. El que avisa no es traidor. Recibo su estallido de leche en mis tetas y abandona el campo de juego. Lástima, me había gustado ser devorada por tres bocas a la vez, dos en mis tetas y una en mi sexo. 0-1. Voy perdiendo. O ganando. Según se mire. Unos minutos después agarro a J. de la mano y me lo llevo a la cama redonda. Cuando llegamos me paro, subo sus manos a mis pechos y le ánimo a masajearlos. Lo hace mientras me besa el cuello. Luego me gira y sigue acariciando mi cuerpo. Su boca me inunda de

"¡Ocupado!"

Esta mañana me acordé mucho de ella. ¿Por qué? Pues no sé, tal vez soñé algo. O la modorra de la primera hora, hasta que el café consigue despertar mis neuronas… Porque precisamente las últimas semanas casi ni hemos hablado. Tal vez es eso, jeje, que la eche de menos… Me vino a la cabeza aquel breve encuentro en el cuarto de baño. No era la fiesta más divertida en la que habíamos estado, pero tampoco es que estuviera mal. Sólo que creo que nos faltaba algo de vidilla… a ella más que a mí, aunque me esté mal decirlo. L. y yo acabábamos de tener un satisfactorio encuentro con un chico y volvimos a reunirnos con el resto del grupo. Su chico y ella estaban en ese momento con otras dos parejas, en animada conversación.   Al cabo de un rato, y ya repuesta de mi jugueteo anterior, me ausenté para ir al baño. Cuando estaba dentro alguien tocó en la puerta. Una voz más que conocida respondió con un alegre “Vale” a mi “Ocupado” . Luego oí la puerta del otro aseo abrirse y cerrarse. Al s

Juegos Reunidos

"No me puedo creer que eso sea lo que vas a dar a los invitados como regalito" me dijiste con los ojos como platos. "Venga, hombre, si es por echarnos unas risas, luego si quieres repartes puros o broches chorra con florecitas... ¡yo qué sé! Además, es mi fiesta y me apetece. Total para cuatro gatos que vamos a ser." "Cuatro gatos tampoco, seremos trece y si confirman Javi y Loli quince. Y seguro que te has dejado un pastón encima..." "¡Qué va, hombre! Si son unos juguetitos de nada... y a precio de distribución. Más nos habríamos dejado en esa memez de los sombreros polla, ¡fijo!". "Como tú digas, son tus amigos... pero vamos, Laura de esta te retira la palabra, ¡ya verás!” El caso es que me hiciste dudar, en su momento la idea me pareció divertida pero ahora... en fin, ahora ya no había tiempo. La cena era esa noche y los pequeños paquetitos estaban envueltos individualmente. Después de cenar los repartiría, nos reiríamos un rato,