Entradas

Mostrando entradas de marzo, 2012

Cuentas pendientes

Ese día no fui sola, L. tampoco trabajaba esa mañana así que pasó a buscarme y fuimos juntos al pub. Al poquito de llegar aparecieron una pareja de amigos que se quedaron muy sorprendidos al vernos allí. Habíamos estado charlando la noche anterior y no les comenté nuestros planes “para no gafarlos”. Pero bueno, tras la pequeña bronca inicial entre risas, “se nos pasó el enfado” y nos pusimos a charlar en la barra. Tras un ratito, L. y yo nos metimos a la parte interior del local y, no sé muy bien cómo, acabamos en la cama grande, con un chico haciéndome sexo oral y otro junto a L. dedicándose al resto de mi cuerpo… ¡qué cosas tiene la vida! Bueno, sí sé un poco cómo llegamos allí, jajaja, andando, acariciándonos, besándonos, metiéndonos mano por el pasillo y dejando que alguno de los chicos que nos observaban y nos seguían se unieran a nosotros… Y allí estábamos, en la cama, cuando apareció otro chico y se dispuso a participar. L. le dijo que no, que ya éramos demasiados pero él al

Sola

Voy camino del pub. Sola. Es curioso, desde que voy sola han aparecido otro tipo de pensamientos, de sensaciones... ni mejores ni peores que cuando vamos juntos, diferentes. Me sorprendo pensando si se nota dónde voy. Claro que sé que no pero la excitación me puede. Me siento diferente, más sensual, más sexual... No es que vaya vestida de forma especial, cuando voy por la mañana suelo vestir bastante normalita, por la noche la cosa cambia, se presta más… pero hoy parece que los hombres me miran más... ¿o seré yo quien les miro más? También es cierto que mi ropa interior sí es algo diferente, no todos los días llevo el tanga de encaje, lo siento pegado a mi piel, cubriendo mi sexo. En mis pechos, directamente la camisa, que a cada paso acaricia mis pezones. Tal vez por eso creo que mi excitación pueda ser visible para las personas con quienes me cruzo. Tengo la sensación de transmitir mis sensaciones a mi manera de moverse, como si al andar moviese de otra manera mi cuerpo, mis cade

Contradicciones

Hacía que no salíamos por la noche… uffff, ni me acuerdo, la verdad, creo que desde que éramos jóvenes, jajaja. Y esa noche no estaba muy claro que pudiéramos escaquearnos pero había posibilidades. Habíamos quedado con unos amigos, y tenía pinta de que no acabaríamos muy tarde, pero le dijimos a la canguro que sí, que contara con pasar la noche en casa, por si acaso. Efectivamente, a eso de las doce bajábamos por la Castellana valorando a qué local ir mientras yo cambiaba mis vaqueros y mis calcetines por una minifalda y medias de liga ¡sin soltarme el cinturón de seguridad! Mi camisa valía, simplemente había que desabrochar un botón más y voilá ! Vestida para matar… o para disfrutar, más bien… Decidimos ir a un pub que nos gusta mucho y al que hace tiempo no vamos… cuando llegamos nos reciben muy bien, como siempre… Nos sentamos en una mesita al fondo, atravesamos el salón echando un vistazo: varias parejas toman sus copas, al otro lado, en la “zona de chicos”, no se ve ninguno ¡qué

El C. llama dos veces

Hacía solo una semana de mi primer encuentro con C. y me veía de nuevo en una situación muy similar, viernes por la mañana, yo sola, en la puerta del pub esperando que me abran. Saludo a la RR. PP. que me pregunta por L. "en un ratito viene" contesto. Encantadora, me sonríe y me dice que me va poniendo una cerveza... si es que claro, con tanto mimo ¡cómo no voy a sentirme a gusto! Al acercarme a la barra la sensación de “déjà vu” es total, C. está allí, copa en mano, como si me esperara a mí. Solo que aún está vestido y hoy no se muestra tan tímido. Tampoco hacen falta presentaciones, es lo que tiene haber follado... Charlamos de todo un poco y finalmente decidimos ir al jacuzzi. Una vez dentro del agua, C. comienza a masajearme las piernas y los pies, mientras ambos comentamos lo que nos hemos acordado de nuestro polvo en el confesionario. Reímos, yo me he acordado varias veces, él... "por lo menos una al día" , "anda, como el actimel, jajaja" . Se no

Átame

Hay lunes, y lunes. Hoy ha sido de los segundos. Esta mañana iba yo hacia el curro con una sonrisilla boba dibujada en mi cara, poco habitual en mi los lunes. Evidentemente no venía provocada por el frío del carajo que hacía a esas tempranas horas, ni por el estupendo atasco con que Madrid recibía la semana, ni siquiera por haber escuchado las fantásticas noticias de crisis y guerras durante el desayuno. No. Mi sonrisa me salía de dentro de mi cerebro, concretamente de la parte donde almacenamos los recuerdos. Y claro, alguno de los que se ha cruzado conmigo ha podido pensar "esta es tonta o masoquista" ... Igual no iba totalmente descaminado, jeje... El fin de semana ha sido tranquilo. No hemos salido, ni quedado con nadie, ni falta que hace. Compartir sexo con otros es un aspecto más de nuestra vida sexual, pero no es imprescindible ni mucho menos, simplemente es un juego más en nuestro repertorio. Y este fin de semana tocaron juegos de pareja y caseros. Hace unos días

Historias para no dormir

O el regreso de G., mi amigo el tímido. Porque también podía haberlo titulado así. Hace muy poquitas semanas, en uno de sus viajes hacia un país muy, muy lejano, G. hizo de nuevo escala en Madrid. Más aún, me llamó para preguntarnos si le dábamos alojamiento una noche. Claro, se lo dimos. Llegó ya de noche, ya cenado, y no demasiado cansado de la primera etapa de su viaje. Yo le esperaba en chándal, con una camisa negra. Debajo un culotte rojo que él ya había visto antes de llegar a casa. Le había mandado una foto, para ir entrando en materia. ¡Soy así de mala! Así que cuando llegó nos sentamos a charlar en el salón. L. andaba pendiente de algo del trabajo que le tenían que enviar y se fue al ordenador a ver si había llegado. En ese momento me senté encima de G. y tomándole la cabeza con las dos manos le di un gran beso y le dije "cuánto te he echado de menos" . Su boca respondió con una sonrisa, otro beso y un "y yo a ti" , acompañado de un movimiento debajo de