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Mostrando entradas de marzo, 2011

Sola en casa

Hoy comí en casa, para variar. Y también para variar, después de comer me sobró un ratito. Pensé ponerme a hacer algo, que siempre hay algo que hacer, pero estaba cansada y la verdad es que no me apetecía. Así que, aprovechando que estaba sola en casa, decidí tirarme en el sofá, tan ricamente. Y tal cual lo decidí, lo hice. Estaba yo con la modorra esa que entra después de comer y no sé qué me pondría a pensar, quizás en mi siguiente entrada para el blog... el caso es que empecé a notar como calorcillo. ¡Caray! pensé, ¡si no he hecho nada! Y justo entonces recordé cuando alguna vez L. me ha contado que ahí tirado en el sofá pensando en sus cosas se había empezado a poner cachondo y había terminado masturbándose. Cuando me lo cuenta suelo decirle que qué burro, que así sin más, que hay que ver los hombres... Pero el caso es que, aún sin saber de dónde me venía, me notaba excitada. Y estaba sola en casa. Busqué una postura más cómoda entre los cojines. Por una caricia o dos no iba a

A cuatro patas

La otra mañana, llegamos al pub y no había nadie. Así que nos sentamos a tomar algo y a charlar tranquilamente. Entró algún chico pero pensamos que esa mañana íbamos a tener poca animación, por lo visto el día anterior una pareja había convocado una kedada y había acudido bastante gente y claro, dos días seguidos no hay mucha gente que se los pueda permitir. El caso es que tras acabar la cerveza pedimos otra y nos metimos a tomarla dentro. Yo me dirigí a una de las mesas pero L. me miró con esa cara que pone cuando está tramando algo y se fue justo hacia el otro lado sonriendo. Como no pude resistirme le seguí hasta que se metió en la sala que llaman “el confesionario” y se sentó en el diván. Dejamos las copas en la mesita y empezamos a besarnos y a acariciarnos. L. buscó mis pechos debajo de mi camiseta y no sé si porque no los encontraba debido a la oscuridad o quizás pensó que yo tenía calor… el caso es que prefirió quitarme la camiseta con lo que los dos ganamos en comodidad. Me qu

Mi primer pub liberal

Hace un par de días volvimos a un pub liberal. Me acuerdo de lo diferente que fue la primera vez, jajaja. Fue para el cumple de L. hace ya… no sé, 13 o 14 años. Lo habíamos hablado alguna vez y, aunque yo no tenía la más mínima intención de moverme en ese mundo, la verdad es que sentía curiosidad. Así que cuando propuso ir, echar un vistazo, tomarnos una copa y ya está… accedí. No sé por qué eligió aquel, supongo que le pareció lo suficientemente lejos de casa, o le gustó la página web, o a saber! El caso es que aparecimos allí cerca de medianoche sin saber muy bien dónde nos metíamos ni qué iba a pasar. Nos recibió la relaciones públicas, una tía estupenda. Y nos debió ver tal cara de novatos, de miedo, de susto o de no sé qué, que tras comprobar que, efectivamente era nuestra primera vez y enseñarnos el local nos sentó en una mesita junto a la barra, se sentó a mi lado y prácticamente se tiró media noche tranquilizándome, dándome consejos, explicándome que no iba a pasar nada que yo