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Mostrando entradas de 2012

Fantasía de hoy

Estoy sentada junto a la chimenea, ensimismada contemplando el fuego. Suena mi móvil. Nada importante pero me hace recordar algo. A ti. Yo tenía deberes. “Hazle lo que me harías a mí”, me habías pedido. Le miro. Está plácidamente tumbado en el sofá. Realmente voy a hacer mis deberes. No sólo porque sea muy obediente sino porque, además, me apetece… me muero de ganas. Le miro sonriente y empiezo a acariciarme por encima de la ropa. No tarda en darse cuenta y él también sonríe. Me levanto la camisa y le dejo entrever mis pechos. A ti también. Porque realmente lo que te haría a ti es, para empezar, sentarte también en el sofá. A su lado. Entonces me doy cuenta, ya estás aquí. Si no físicamente, sí tu presencia. Estás justo ahí, en el sofá. En ese rinconcito de mi fantasía donde ya te he permitido estar otras veces. Me dirijo al sofá y me arrodillo en el suelo, en la alfombra, entre vosotros dos. Os abro la bragueta del vaquero y meto mi mano, acariciando ese bulto bajo la ropa interior,

Llueve sobre mojado

No me lo puedo creer... lo presenté a un concurso de relatos y gané... Estoy muy contenta porque me divierte escribir, me excita excitar y... bueno, aquí está :-) - “¡Anda, pasa, que estás empapada!” Tenía razón. No hacía falta ser muy listo para darse cuenta. Y Sergio, su vecino, además de guapo era listo. A través de su melena chorreante pudo ver cómo le sujetaba la puerta pacientemente mientras ella luchaba contra el aire, su bolso y el maletín intentando cerrar el dichoso paraguas. Total, para lo que le había servido llevarlo… le explicó torpemente. Sin dejar de mirarla se sonrió. Una de esas sonrisas que te deja sin respiración. ¡Al fin pasaba algo bueno hoy! Entraron en el ascensor. Los dos llevaron la mano al botón y se produjo un breve roce. Sería por la electricidad estática o por lo que fuera pero sintió una descarga que erizó su piel. Los dos se rieron. ¡Qué tontería! Como dos críos tramando una travesura.   Como es costumbre, en el ascensor hablaron del tema por exc

Insomnio

Deben ser las seis de la mañana. Esto es, no hace ni dos horas que me metí en la cama. En mi cama. Aún siento el calor de su cuerpo sobre el mío. Medio dormida, recuerdo su silueta en la oscuridad. Encima de mí. Moviéndose adelante y atrás mientras me penetra. Sus ojos brillan de deseo. Como los míos, probablemente. Sus manos apoyadas en la cama junto a mis hombros. Las mías rodeando su cuello, atrayendo su cuerpo hacia el mío. Por un instante recupero la consciencia. No, ya no está. Eso pasó esta noche. Hace un par de horas. Me giro y trato de dormir de nuevo. Pero su boca me persigue. Recorre mi cuello y mi pecho. Su respiración agitada me hace estremecer. Me excita sentir su cálido aliento tan cerca del mío. Sus labios me envuelven, devoran mi boca. Esa lengua carnosa suya que me vuelve loca se entrelaza con la mía. Siento que podría llegar a correrme. Otra vez. Pensar en su lengua me excita mucho. Me encanta. Recordar el contacto con mi boca, con mi sexo, con mis pezones. Cad

First Dogging

La primera vez, hace años, que oí la palabra "dogging" me hizo gracia. Dado el contexto en que me la encontré supuse a qué hacía referencia. Me despertó la curiosidad ¡qué raro, si a mí eso no me pasa casi nunca!... Así que me puse a buscar información, y la encontré, que además de curiosa soy muy espabilada. ¿Así que eso se hacía? ¿Era real y no pertenecía solo al cine porno? Y había unas "reglas", unos códigos, unos lugares más o menos específicos... ¿y nos lo estábamos perdiendo? Desde entonces y durante todo este tiempo permaneció  en el terreno de nuestra fantasía, de nuestra imaginación más íntima. Hasta este verano. Se nos estaba dando tan bien que parecía buen momento. Calor, a cientos de kilómetros de casa, con posibilidad de salir, la líbido disparada. ¡Ahora o nunca! Estaba claro. L. había estado indagando y había una playa cercana de la que la gente hablaba como lugar de encuentro. La conocíamos, habíamos ido varias veces, siempre de día, y la ve

Dunas

Aunque ya parece muy lejos, todavía me queda alguna cosilla del verano que no he publicado... supongo que no le importa a nadie que lo haga ahora... Al día siguiente cruzamos varios whatsapp con E. Nos preguntó qué tal la noche anterior. Fue una lástima no poder vernos, teníamos planes divertidos. Lo hubiéramos pasado bien los tres. Pero... no pudo ser, tuvimos que pasarlo bien sin él. Le dijimos que esa noche se lo contaría por teléfono para que no tuviera que esperar a leerlo. Esa noche estamos cansados, claro. Nos quedamos cerca. En la playa. Tras un corto paseo llegamos a una zona de dunas, donde aún se conserva una pequeña playa salvaje y libre de edificación y tendido eléctrico. Buscamos la zona más oscura. Nos sentamos. A lo lejos se oyen las risas de un grupo de adolescentes, seguramente de botellón. Y así me siento yo. Como una adolescente con mi chico en la playa, en lo oscurito. Me pide que me quite las bragas. Lo hago. Al amparo de la oscuridad empieza a meterme man

Ese oscuro objeto del deseo

Hala, pues ya tengo que cambiar una de mis primeras entradas en este blog , porque una de aquellas fantasías que en su momento tenía pendientes, se ha cumplido... Claro, que se podría repetir... o idear otras nuevas... El pueblo donde pasamos las vacaciones está relativamente cerca de una ciudad grande, donde hay varios locales de ambiente. Dado que estamos permitiéndonos el lujo de salir casi todas las noches, estaba claro que acabaríamos visitando alguno de ellos. Incluso varios. Hablé con un amigo de Madrid, conocedor de la zona, y me recomendó sus favoritos. Esa noche acabamos en el primero de ellos. Resultó ser un local grande y un poco frío, para nuestro gusto. Bastantes parejas pero cada una a lo suyo, sin apenas contacto entre ellas. Bueno, tal vez hoy toca así. Desde luego, el polvete entre nosotros no nos lo quita nadie. Tras una visita probando todas las instalaciones (pasillo francés, jacuzzi, cuarto oscuro...) nos metemos en una sala no muy grande pero con varias cam

Un buen inicio de vacaciones

Ufff!! Vaya vacaciones!!! Se nota que el año ha sido duro, la familia se ha desvivido por echarnos una mano y ayudarnos a relajarnos... Y lo hemos conseguido ¡Vaya que sí! Hemos tenido muchos ratitos para nosotros, para salir, conocer sitios nuevos, probar experiencias nuevas, incluso cumplir fantasías pendientes... Hacía años que no disfrutábamos de unas vacaciones tan sexuales y morbosas. Ahora tengo que ponerme a escribir, da de sí para varios relatos y no sé por cual empezar. Quizás lo mejor sea comenzar por el principio, como mandan los cánones. Al principio parecía que no íbamos a comernos ni una rosca, ni un colín; vacaciones en familia - con mucha familia - en una casa pequeña en un pueblo pequeño. Todos juntitos día y noche, ambiente familiar, playa familiar, chiringuito familiar... Nooooo!!!! Tras el primer día (familiar) y la primera noche (familiar) decidimos desafiar lo que parecía un destino inevitable. La segunda noche, después de la cena, por supuesto familiar, apro

Ritmo en la pista de baile

L. y yo estamos en la pista oscura. Sus besos me estremecen, sus caricias me transportan. Ha bajado la parte superior de mi vestido y mis pechos se ofrecen a su boca. Su lengua pasa de mis labios a mi mejilla, de ahí al lóbulo de mi oreja, que sus dientes  mordisquean juguetones. El efecto no se hace esperar, un escalofrío de placer me recorre, mi piel se electriza y espera más. A besos desciende por mi cuello hasta mis hombros. Su mano sujeta mi nuca enredándose en mi pelo. La misma mano que luego acaricia mi cara y se posa, suave en mis labios entreabiertos. Mi respiración se agita, y con ella mi pecho, al que su boca ya alcanza. Casi sin rozarme, su boca recorre la escasa distancia que le queda hasta llegar a la areola de mi pezón, rozándola apenas con la punta de la lengua. Gimo. Y al hacerlo, su dedo posado en mis labios encuentra una leve apertura en la que adentrarse. Lo lamo golosa, recorro su longitud con mi lengua, lo masajeo con mis labios y lo succiono, lo chupo como

Que quince años no es nada…

La última mañana que fuimos al local fue bastante sosa. Había varios chicos y jugamos con unos cuantos pero no sé qué pasaba ¡que no me duraban nada! Estuvimos con dos chicos en la cama redonda, luego con otro en las camas grandes, en la mazmorra... y nada, que en cuanto les hacía un par de cosillas, ¡se corrían! Menudo complejo de "Semineitor" me estaba entrando... A L. le gusta que me haya corrido una vez al menos antes de follarme él pero ese día no había manera. Al final acabé encerrándome en el confesionario y exhibiéndome ante él y dos chicos más que me miraban desde las rejas. Me masturbé para ellos, escuchando sus respiraciones entrecortadas y el sonido de sus manos meneando sus pollas. Me encanta exhibirme… Luego L. me folló como solo él sabe. Un buen final para una mañana un tanto decepcionante. Por eso, entre otras razones, decidimos probar esta vez otro local. Nos habían hablado muy bien del sitio y ahora también abrían por la mañana, señales del destino, todo

Condicionamiento musical

La entrada de hoy es un poco... diferente. Porque no está basada en hechos reales, como todas las anteriores. Es un relato. Lo escribí hace poco para un concurso y, aunque algunos detalles sí son reales el resto es pura ficción. Había que probar, jeje. Y para ser mi primer relato inventado... ¡quedé tercera! Y eso que el resto de participantes eran buenísimos. Igual voy a tener que seguir... Allá va: Otra vez esa canción. Otra vez esa sensación. Pero ¿por qué? Soy incapaz de entenderlo. Lo que sí recuerdo claramente es cómo empezó todo. Fue anoche, en el cumple de Lorena, lo celebró en una discoteca espantosa. Estaba deseando irme cuando apareció aquel tío tan guapo, charlamos, nos reímos, una cosa llevó a otra y… acabamos en el baño. Acababa de correrse en mi boca cuando, sonriendo, me susurró al oído "Me ha encantado, nunca me habían comido la polla al ritmo de Rihanna. A partir de ahora esta canción me va a sonar distinta" . Me reí, ¡qué tontería! Ni siquiera sabía de