Cuentas pendientes
Ese día no fui sola, L. tampoco trabajaba esa mañana así que pasó a buscarme y fuimos juntos al pub. Al poquito de llegar aparecieron una pareja de amigos que se quedaron muy sorprendidos al vernos allí. Habíamos estado charlando la noche anterior y no les comenté nuestros planes “para no gafarlos”. Pero bueno, tras la pequeña bronca inicial entre risas, “se nos pasó el enfado” y nos pusimos a charlar en la barra. Tras un ratito, L. y yo nos metimos a la parte interior del local y, no sé muy bien cómo, acabamos en la cama grande, con un chico haciéndome sexo oral y otro junto a L. dedicándose al resto de mi cuerpo… ¡qué cosas tiene la vida! Bueno, sí sé un poco cómo llegamos allí, jajaja, andando, acariciándonos, besándonos, metiéndonos mano por el pasillo y dejando que alguno de los chicos que nos observaban y nos seguían se unieran a nosotros… Y allí estábamos, en la cama, cuando apareció otro chico y se dispuso a participar. L. le dijo que no, que ya éramos demasiados pero él al...