Tres pollas y una camilla

"Vamos a meternos con otro chico en una habitación, ¿te quieres unir a nosotros?" El hombre al cual acababa de susurrar esa pregunta agachada entre sus piernas me miró fijamente,  casi como si no entendiera lo que estaba pasando y tras esa breve pausa sonrió, se puso en pie con un "me encantaría, por supuesto, si os apetece, nada me gustaría más". Le cogí de la mano y se dejó arrastrar dócilmente sin abandonar esa expresión de feliz incredulidad hasta la habitación del fondo. 

L. ya esperaba dentro con el otro chico que habíamos elegido. Ambos nos habían parecido bien por su saber estar, su aproximación gradual a nosotros en la barra, sin agobios, sin resultar invasivos. Simplemente se nos quedaron mirando cuando L. comenzó a acariciarme, se acercaron un poco más cuando nuestras caricias y besos se hicieron más profundos, y más aún cuando L. se abrió la toalla, me acercó a su cuerpo con taburete incluido y comenzó a follarme despacio. Luego uno de ellos estiró el brazo y me rozó el hombro con las yemas de los dedos. El otro pronto le imitó,  acariciándome suavemente la espalda. Sin más, ninguno se acercó más ni me metió mano, ninguno me acercó la polla, solo se incorporaron a nuestro juego despacio... y eso nos gustó. Y por eso decidimos invitarles a más. 

Y ya estábamos los cuatro. L. cerró la puerta pero dejó abiertos los pequeños ventanucos que hay en la parte inferior de la pared,  por si alguien quería disfrutar mirando.
 
Quedé en el centro de la habitación y L. tiró de mi toalla hacia abajo dejándome completamente desnuda. Luego se puso detrás de mí y me abrazó estrujándome las tetas antes de ofrecerme a ellos dos. No hicieron falta palabras, el chico más joven comenzó a acariciarme desde mi izquierda, recorriendo mis pechos, mi espalda y mis hombros. El otro se agachó delante de mí y sin dudarlo empezó a lamer mi sexo.  Me dejé hacer, disfrutando de la situación y las sensaciones. 

En algún momento, alguien me sentó en la camilla. El hombre que lamía juguetón mi sexo recuperó su postura y su actividad, para mi alegría. Y ahí recostada, con las piernas abiertas, dije "Quiero comerme tres pollas". Dos segundos tardaron L. y el otro chico en ponerse uno a cada lado mío, al alcance de mis manos. Mientras a mí me comían deliciosamente el coño,  yo masturbaba dos pollas y ellos acariciaban mi cuerpo, me recorrían con manos y lenguas... y unos ojos curiosos nos observaban desde uno de los ventanucos de la pared. 

Cuando les tuve listos alejé mi empapado coñito de la cabeza del chico en parte culpable de esas humedades y cambié de postura,  para comerme esas tres pollas. Fui alternando entre una y otra, recorriéndolas con los labios, apretando en toda su longitud y jugueteando con la lengua en los relucientes y jugosos glandes. También disfruté chupando sus huevos y notando cómo aquellos miembros erectos crecían aún más en mi boca. Otras manos se unieron a las mías, para eso era la mañana bisexual, o eso anunciaba el local. Uno de los chicos me ayudó a masturbar a L. y verlo me puso como una moto.  

Recorrer su pene junto con otra mano masculina para dirigirlo una y otra vez hasta mi lengua que esperaba ávida el capullo,  al tiempo que mi otra mano sacudía otra polla era lo más. Esta vez no dije nada, porque tenía la boca ocupada, pero sí pensé que la situación era para correrse... y el hombre cuya mano trabajaba en equipo con la mía debió pensar lo mismo porque empezó a decir entre jadeos "me corro, me corro" y se corrió echándome todo en las tetas, como le pedí.

Entonces el otro chico me dijo "ponte a cuatro, que yo también quiero comer coño" y para mí ese es un deseo que me veo siempre obligada a cumplir, así que me puse sin pensármelo dos veces. 

Estaba tan cachonda que toda mi sangre se concentraba en mi entrepierna, haciéndome imposible recordar cómo pasé de una postura a otra. Pero de pronto la polla de L. estaba a la altura de mi boca y él me ordenaba abrir la boca y me la metía hasta la garganta, provocándome una arcada.  De nuevo tenía una cabeza entre mis piernas, pero esta vez desde detrás mío y a mí lado el chico que se había corrido se recuperaba jugando con mis tetas y me preguntaba si me gustaba que me llamase guarra y me dijese obscenidades.  Y sí, en aquel momento concreto no solo me gustaba sino que me apetecía que lo hiciera, y así se lo dije.  

Estaba muy cachonda, hasta el punto de sentir cómo mis flujos descendían por mis muslos, humedeciéndolos. Tal vez por eso comencé a moverme, a balancear mi cuerpo hacia delante y hacia atrás, con las tetas bamboleándose libremente entre las manos del tercer chico. Mis gemidos se convirtieron en gritos y me oí claramente a mi misma pedir "que alguien me meta algo por el culo, ya!!!"  Y me lo metieron, vaya si me lo metieron. 

Tan pronto lo grité,  L. sin sacarme la polla de la boca, hizo una señal de asentimiento al chico que me comía el coño y él, sin perder el tiempo se incorporó. En tres segundos se puso un condón que no sé de dónde sacó, comenzó a frotar su polla con mi sexo y me metió un dedo en el culo, tal vez dos, preparándome para cumplir mi petición de la mejor manera posible. 

L. seguía follándome la boca cuando sentí que ya no eran dedos lo que se abría camino en mi ano... una buena verga avanzaba despacio, como a mí me gusta... al menos al principio. Él empujaba un poco, diciéndome lo buena que estaba, lo mucho que le gustaba mi culo, "parece mantequilla" murmuraba, y L. asentía. El otro hombre miraba y me acariciaba afirmando "ufff se ve que te gusta, cómo disfrutas, guarra!". Y sí,  disfrutaba, y mucho,  porque el chico hábilmente me dejaba a mi marcar el ritmo. Me iba hacia atrás, sintiendo su polla entrar en mi, luego un poco hacia delante, sintiendo la polla de L. deslizarse entre mis labios, otra vez atrás, un poco más, adelante, atrás, adelante, cada vez con más fuerza, con más velocidad, con más profundidad... hasta que él gritó "mmmmm ya entra entera!!" Y sentí que L. estaba a punto de correrse en mi garganta. 

Pero no, aún no iba a hacerlo. Siguió moviéndose al tiempo que me follaban el culo. Delante, detrás, delante, detrás. Y el tercero al lado tocándome, pellizcándome los pezones, susurrando guarradas al oído... y detrás de L. yo veía los ojos en el ventanuco. No faltaba nada. O quizás sí.

De pronto una cabeza apareció junto a la mía, parecía esperar una invitación a compartir polla. Deslicé mis labios hacia atrás, y formulé la pregunta "¿quieres?" Por toda respuesta, su boca se unió a la mía y su lengua buscó la mía en el enrojecido capullo de L., que empezamos a compartir chupando tan pronto juntos como por turnos. Dirigí la mirada hacia arriba y me alegré de ver cómo L. disfrutaba con los ojos entrecerrados de esa mamada a dos bocas. Todo ello mientras me seguían penetrando el culo a buen ritmo. 

L. se retiró, otra vez pensé que iba a correrse pero no,  se metió por debajo de mi, se tumbó en la camilla,  y me la metió del tirón, empezando a embestirme. La polla que tenía en mi culo se vio desplazada temporalmente, claro, pero no hubo problema, mi agujero trasero estaba cada vez más abierto, más dilatado, más receptivo... Y entonces alguien lo sugirió. Todos aceptamos. Sin permitir que L. se saliese puse el culo en pompa y la segunda polla me penetró, esta por el culo. Ambas entraban y salían sin apenas resistencia, cuando el tercer hombre me penetró la boca. Tres pollas y seis manos acariciaban mi cuerpo, los jadeos y gemidos invadían dos de mis pocos orificios libres: las orejas.

Me follaron, los tres me follaron y yo me dejé follar como una perra, sus pollas se me clavaban y yo las disfrutaba todas a la vez hasta que de nuevo formulé un deseo en voz alta "uffff.... me lo echáis en las tetas???" 

Se retiraron los tres, me bajé de la camilla y de nuevo me agaché en el centro de la sala con los tres a mi alrededor. De uno en uno se fueron derramando y llenándome de leche. 

No se dio mal la mañana, no.  

Comentarios

  1. Estupendo relato para empezar el año.

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  2. Que gusto me pones como una moto

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    1. Mmmmm que me gusta a mi provocar esos efectos con mis relatos... espero que no sea la última vez que te pongo así jeje. Gracias por pasarte por aquí!

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