De todo un poco

Si no calculo mal somos seis en la oscuridad. Cuando entramos nosotros había dos parejas ya enredadas.

Entramos hasta el fondo y nos quedamos en un rincón, con la intención de no molestar. L. me besa, me abraza, y yo correspondo a sus mimos. Agarra el borde de mi minivestido y me lo saca por la cabeza, dejándome solo con las medias. Mi tanga ya lleva un rato en su bolsillo. Me excito recordando el momento en que me lo han quitado. Me dejo llevar por sus caricias, su olor, su boca...

Cuando mis ojos se hacen a la oscuridad me giro. Reconozco algunas de las siluetas. Casi al mismo tiempo veo un brazo que se alarga hacia nosotros, siento como alcanza mi hombro y lo acaricia con suavidad. Es una invitación a unirnos. L. también lo entiende así y, sin palabras, solo con gestos y con la presión de nuestras manos sobre la piel del otro, aceptamos la proposición y avanzamos un paso hacia el grupo.

L. me mantiene abrazada por la espalda, sus labios rozan mi cuello. Echo la cabeza atrás y la apoyo en su hombro. Otros labios se posan en mi pecho. Labios suaves, delicados, femeninos, depositan un beso en mi pecho y, con respiración entrecortada, se dirigen vacilantes a mi pezón. Llevo una mano a su melena y enredo en ella los dedos. Su chico la acaricia por detrás, igual que L. a mi.

La tercera pareja está a mi alcance. Extiendo mi otro brazo y acaricio el pecho de la chica. Suspira. Se acercan. Quedamos las tres en el interior en esta sensual coreografía. Las tres nos acariciamos mutuamente. Con los dedos. Con los labios.

Uno de los chicos rasca suavemente mi espalda. Su chica se echa un poco a un lado y eso le permite acceder a mi cuerpo con más facilidad. Ella se agacha ante L. y le abre la bragueta. La oigo mientras le chupa la polla despacio, entre gemidos y suspiros de satisfacción.

Me giro a besarle. Quedo de espaldas al resto del grupo. La otra chica pega sus tetas a mi espalda y me besa la nuca. Se me eriza la piel. Me estremezco. Siento varias manos que me tocan. Ya no sé de quién son. Mientras lo hagan así no me importa. Me gusta. En un momento soy consciente de que hay alguien más. Ya no somos seis sino siete. Creo.

L. me indica mediante un gesto que me agache. Lo cumplo, obediente. Al llegar a la altura de su entrepierna me encuentro con la cabeza de la otra chica. Deja escapar por un momento el pene de L. de su boca y me morrea con deseo. Luego, sujetando el miembro con una mano, me invita a compartirlo.

Lo recorro con la lengua mientras ella le lame los huevos. Luego invertimos los papeles. Ella sube a lo largo del tronco hasta alcanzar la punta y yo, acariciando la base con una mano, apreso un huevo con mis labios. L. gime. Se apoya en la pared.

La chica y yo, casi al unísono, alzamos los culos manteniéndonos inclinadas. Volvemos a besarnos y jugamos con nuestras lenguas junto al capullo de L. , incorporándolo a nuestro juego. El resto del grupo juega también, entre ellos y con nuestros cuerpos. Una mano me abre un poquito más las piernas y acaricia mi sexo, mis labios, mi clítoris, mi culito. Una boca aparece por debajo de mi y uno de mis pechos desaparece en su interior. Me encanta.

La polla de L. está a punto de estallar. O eso me parece. Me indica que me incorpore y me gira. Me encuentro con un cuerpo masculino que me abraza, atrayéndome hacia él. Su boca me devora con ansia. Bajo una mano y la llevo a su bragueta. Allí otra mano femenina acaricia su erecto miembro. Me uno y de pronto él se esconde en mi cuello, gime, tiembla, se agita y siento un líquido caliente resbalar entre mis dedos. L. sigue disfrutando en la boca de una de las chicas. La otra me alcanza un kleenex y al dármelo me sujeta la mano y se abalanza a comer mis tetas.

Sus movimientos me sugieren que algo está ocurriendo. Algo que yo no alcanzo a ver. Sí. Creo que sí. Creo que la están follando desde detrás. Pensarlo, imaginarlo, me pone burra. Tal y como estoy ahora puedo ver o mejor dicho intuir a todos los demás, salvo a L. que queda ligeramente a mi espalda. Cambio de posición para observar mejor. Aunque todo lo que veo son sombras, siluetas.

El chico que yo intuía tras ella se va. Ella se acerca a mi y ahora soy yo quien me lanzo a sus pechos. La empujo hasta la pared y sujeto una de sus manos. Ella gime, dejándose hacer. Subo besando su cuello, alcanzo la comisura de sus labios y deslizo mi otra mano hacia el límite de su falda. Luego subo de nuevo, trepando con mis dedos hasta el borde de sus medias. Y un poco más.

Encuentro su sexo húmedo. Abre las piernas. Lo recorro con dos dedos. Se estremece. Comienzo a acariciarlo como si fuera el mío, trazando un masaje circular, cambiando la presión, se derrite. Paro. Introduzco un poquito la punta de mi dedo. Gime junto a mi oreja. Lo saco y continúo el masaje. Tiembla. Paro de nuevo y le hundo el dedo. Grita. Me dispongo a volver a jugar en círculo pero siento su vagina contraerse, sus piernas temblar, su cabeza se aprieta contra mi hombro y se corre entre sacudidas.

Tan pronto la suelto, L. me coge por la cintura y me pone de espaldas a la sala, haciéndome apoyar las manos en el taburete. Alguien se pone detrás de mi, con sus manos en mis caderas. Llevo una mano hacia atrás. Sólo soy capaz de averiguar tres cosas: es un hombre, no es L. y lleva condón. Trepa con sus manos por mi espalda y, al llegar a mis hombros, me penetra del tirón, hundiéndome la polla de tal manera que me veo obligada a apoyarme de nuevo con ambas manos en la silla para no caerme.

Comienza a follarme de forma salvaje. L. se agacha junto a mi oreja, se asegura de que me siento a gusto y me besa metiéndome la lengua hasta casi la garganta. El chico da un par de empujones más, acompañados de un grito de placer. Su polla me taladra por última vez y luego para, quedándose abrazado unos instantes a mi espalda.

Me besa, se retira y... otro cuerpo ocupa su lugar. Llevo la mano hacia atrás y esta vez sólo averiguo dos cosas: es un hombre y es L. Me está gustando esta visita...

Comentarios

  1. Mira que lo pasais bien L. y tu, jeje ..... seguid asi, y no dejes de escribir por aqui.
    Muchos beso de tu amigo Trueno.

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  2. Se intenta, se intenta. No siempre se consigue pero esas experiencias infructuosas no me inspiran para escribir jejeje. Prefiero quedarme con lo bueno que después de todo ¡esto es para divertirse!
    Besos a los tres... por supuesto traviesos e indecentes :-)

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