Por fin, el viernes

A ver, yo tenía un tema pendiente. Sí, el viernes. Sólo de pensarlo ya me noto húmeda. Lo bueno que tienen algunas situaciones son sus efectos duraderos :-)
El viernes pasado mi chico y yo libramos en el trabajo y decidimos aprovechar la ocasión para visitar un conocido local liberal de Madrid que abría por la mañana. Sin otra ropa interior más que mis medias de liga, me calcé las botas de tacón, la falda corta y la blusa abrochada sólo a medias y para allá nos fuimos.
Cuando llegamos apenas había gente, aunque pronto llegó un chico, y luego otro. Tomamos una cerveza tranquilamente y mi chico me propuso un bañito en el jacuzzi, lo que rápidamente acepté. Mientras me desnudaba, uno de los tíos no me quitaba ojo. Tras el baño, pasamos un rato a la sauna y al salir, yo no sé si fue el calor, la cerveza… supongo que la situación en general, el caso es que me empecé a sentir muy cachonda y sugerí a mi chico probar la cama redonda. Me tumbó y empezó a comerme el coño, me encanta cómo lo hace y él sabe cómo hacerme disfrutar, mmmm, entonces me di cuenta de los espejos del techo y me gustó vernos allí, a mi tumbada, disfrutando, y a mi chico currándoselo… y a otro chico que se acercaba a mi y poco a poco empezaba a acariciarme el brazo, el cuello, el pecho. Me dejé llevar por esa sensación y le dejé hacer. Notaba su excitación y busqué su polla, que acaricié hasta que se corrió y se levantó. Nada más desaparecer él y mientras yo estaba ya supercaliente con la comidita de mi chico, otro chico se acercó por el otro lado y me acercó la polla a la boca. Pero justo en ese momento, con la cabeza de mi chico entre las piernas, su lengua dentro de mi y el otro comiéndome las tetas, mmmm, me corrí… Entonces mi chico se levantó y se colocó en el centro de la cama, por encima de mi cabeza, así que me metí su polla en la boca mientras el otro me  acariciaba el coño y me metía un dedito… fff, miré al techo y nos ví a los tres y esa imagen que me devolvía el espejo me excitó más aún si era posible. Seguimos jugando un rato y luego salimos a tomar algo a la barra. Yo iba con la toalla a la cintura, dejando a la vista mis pechos para satisfacción de los 3 o 4 tíos que andaban ya por la sala a esas horas. Nos sentamos, uno de los chicos me sonrió y empezó a pasearse por toda la sala copa en mano pero yo le había echado el ojo a otro, sentado cerca de nosotros: moreno, guapo, elegante, con un gran reloj. Supe que ese día me iba a follar. Y acerté.
Fui con mi chico al cuarto oscuro y me colocó de espaldas a las rejas, me subió los brazos y yo me agarré a las rejas por encima de mi cabeza mientras él jugaba con mis tetas y me las comía. Pronto noté que había más de dos manos explorando mi cuerpo. Sentí a alguien respirar detrás de mi y vi una silueta a mi izquierda, las manos me acariciaban, me recorrían, investigaban y yo empecé a volverme loca de placer. Otra silueta se acercó por mi derecha, aunque por fuera de las rejas, estirando su mano hacia mi. A estas alturas todo mi cuerpo vibraba de gusto y las manos volaban sobre mi. Una de ellas, cogiéndome la teta, empezó a atraerme hacia atrás y yo bajé las manos y las situé a mi espalda. Mientras me ponían una polla estupenda en mi mano derecha, mi izquierda fue siguiendo un brazo que acababa en un gran reloj y una mano que me acariciaba el pecho. Era él. Me desplacé un poco hacia la izquierda de manera que dejó de haber reja entre nosotros y me acerqué a mi chico, susurrándole al oído “me van a follar, ¿quieres?”, él me contestó “estoy deseando verlo” mientras oíamos cómo el chico del reloj abría un condón y se lo ponía. Pegué mi culo a su polla y la note dura, fuerte… mmmm, me incliné hacia delante y me la metí entera uffff, qué gusto! Y en esa postura me encontré, justo delante de mi boca, la polla de mi chico. Lógicamente no pude resistir la tentación y también me la metí entera, pero esta en la boca. Entonces llevé la mano hacia atrás y cogí la mano del chico del reloj, que coloqué en mi teta, y él empezó a moverse. A cada empujón suyo sentía su polla en mi coño y la de mi chico en la boca… me folló, me folló, me folló mientras me agarraba la teta y yo me comía a mi chico… estaba tan excitada… sabía que había varios chicos mirándonos, aunque no creo que vieran mucho con tan poca luz, pero percibía sus siluetas y ellos me oían gemir, seguro. Toda la sala podía oírme gemir, la discrección en estas situaciones no es lo mío. A cada empujón, yo gemía de gusto. MMM Vaya polvo!!!! Se movía cada vez más deprisa, más, me volvía loca… y finalmente se corrió dentro de mi. Gemí de placer… una vez más. Me incorporé, besé a mi chico y… otro día cuento la segunda parte…

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