Que quince años no es nada…
La última mañana que fuimos al local fue bastante sosa. Había varios chicos y jugamos con unos cuantos pero no sé qué pasaba ¡que no me duraban nada! Estuvimos con dos chicos en la cama redonda, luego con otro en las camas grandes, en la mazmorra... y nada, que en cuanto les hacía un par de cosillas, ¡se corrían! Menudo complejo de "Semineitor" me estaba entrando... A L. le gusta que me haya corrido una vez al menos antes de follarme él pero ese día no había manera. Al final acabé encerrándome en el confesionario y exhibiéndome ante él y dos chicos más que me miraban desde las rejas. Me masturbé para ellos, escuchando sus respiraciones entrecortadas y el sonido de sus manos meneando sus pollas. Me encanta exhibirme… Luego L. me folló como solo él sabe. Un buen final para una mañana un tanto decepcionante. Por eso, entre otras razones, decidimos probar esta vez otro local. Nos habían hablado muy bien del sitio y ahora también abrían por la mañana, señales del destino, todo...