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Mostrando entradas de 2013

Luna y Media

Le llamé medio histérica. Tenía que decírselo, lo había encontrado. Justo el piso que buscábamos. Lo tenía todo, estaba hecho para nosotros. Atropelladamente le conté que el portero me había dado mil explicaciones pero no tenía llave para enseñármelo. Había que hablar con los de la agencia. Por alguna extraña razón él no pareció compartir mi entusiasmo y se limitó a un intento de despedida con un lacónico "vale, lo hablamos" . Ni en broma. Era nuestro piso. Estaba segura. Tenía un pálpito, y además... esa noche había luna llena y eso a mí siempre me había traído buena suerte... Ante la contundencia y objetividad de mis argumentos no tuvo más remedio que claudicar. Aceptó a regañadientes que concertara una cita con los de la agencia para esa misma tarde, pero "saldré tarde del curro" insistió. Radiante de felicidad telefoneé al número que figuraba en el cartelito naranja. Sí, aún estaba disponible; sí, era exactamente como el amable portero me había dicho; sí, p

Las apariencias no siempre engañan

Por motivos muy ajenos a nuestra voluntad, básicamente el estrés de la vida cotidiana, estamos un poco retirados del ambiente. Es algo temporal y tenemos serias intenciones de volver tan pronto como nos desenredemos un poco. Así que, como hay pocas aventuras y desventuras reales que contar, he decidido ir publicando mientras algunos relatos de ficción que he escrito durante los últimos meses. Espero que los disfrutéis tanto como los anteriores... aunque lo reconozco: yo no he disfrutado igual creándolos ;-) "Cariño, no es lo que parece" , la frase de Claudia retumbó en mis oídos. Aparté la cabeza de su entrepierna y retiré la sábana, encontrándome sus ojos azules clavados en mi cara.   Me giré temeroso... "No es lo que parece" ¿quién no asocia esa frase a la imagen de un marido cornudo? Y sí, casi siempre es lo que parece. A ver cómo convencía yo ahora a mi amigo Rubén de que mi cabeza emergiendo del tibio sexo de su mujer era la excepción que confirma ese glo

Botas

No me considero en absoluto fetichista, pero hay cosas que captan mi atención de forma absoluta e irremediable. En los últimos meses me ha ocurrido varias veces sentir una extraña atracción por las botas, aunque más bien debería decir por ciertos hombres metidos en determinadas botas. Hace algún tiempo vi una foto superchula de un tío estupendo que por única indumentaria llevaba unas botas negras. Pocas semanas después, me encontré contemplando otra foto de otro tipo con muy buen cuerpo... y se me iban los ojos a sus botas... Y por aquella misma época fue la primera vez que coincidimos con U. en el local y le arranqué el uniforme antes de echar un polvo salvaje entre los tres. En su descargo tengo que decir que no llevaba el uniforme completo, solo algunas prendas, entre ellas las botas. Él sabe cuánto me molan sus botas, y arrancarle el uniforme, y sonríe pícaro cuando le llamo "el poli", aunque en realidad no lo sea... Pero entra al juego, ¡vaya si entra! Es un tío maje

Clases particulares

No le sugerimos quedar sólo porque había sido hasta ese día el único capaz de provocarme un squirt. Tampoco porque es un tío de puta madre que además de ser simpático, morboso y saber estar, es guapo. No, todo eso hace que quedemos con él de vez en cuando pero la verdad es que ese día fue todo improvisado. Al día siguiente festivo, sin obligaciones, y de pronto nos vemos con la noche libre… Pensamos salir a algún pub pero también habíamos hablado a menudo de invitarle a casa así que le puse un mensaje. “Sé que es superprecipitado pero… ¿planes esta noche, posibilidad de vernos?” Su respuesta llegó en minutos “Me superapetece” . Quedamos en nuestro barrio, en una cervecería cercana a casa. Picamos algo, charlamos, todo de lo más normal. Una de las cosas que más me gusta de S. es su discreción. Jamás le he oído comentar con quién había estado y con quién no, cómo habían sido sus experiencias con tal o cual persona… eso quieras que no, da tranquilidad. Hay gente con la que me apetecerí

Fascinación

Soy una de esas personas que presumo de tener una mente abierta, no suelo criticar lo que no conozco y habitualmente estoy dispuesta a probar nuevas experiencias. Nuestro coqueteo con el BDSM se lleva fraguando ya hace algún tiempo, cociendo a fuego lento. Aunque hay ciertos tipos de prácticas que, a priori, no nos despiertan ningún tipo de morbo ni curiosidad, hay otras que nos atraen irremediablemente. Y como me dijo un amigo Dom hace solo un par de noches, "era de esperar que antes o después sucumbiríamos a la tentación". Fue el pasado fin de semana. En uno de nuestros locales favoritos había convocada una fiesta para celebrar la Noche de San Juan. La organizaban en un foro BDSM con quienes coincidimos pocas semanas antes por casualidad en una Noche de Brujas. Nos cayeron bien, nos gustó el rollo que se traían entre ellos y sobre todo nos sorprendió la apertura que mostraron hacia nosotros, swingers, pues siempre nos había parecido un colectivo mucho más cerrado y reserv

Rodeados por la prensa

Lo siento pero este mes está siendo casi imposible escribir. Demasiado lío. En fin, os dejo otro relato escrito para concursar. Por cierto, ganó. A este paso me lo voy a empezar a creer... :-P  ¡Qué noooo! Pero sí espero que guste y lo disfrutéis tanto como yo pensándolo, redactándolo... En esta ocasión el tema era "Estrecheces" y me salió un relato estrecho... y como siempre, algo de autobiográfico tiene, si no no sería yo... El calor había llegado casi de repente, de un día para otro. Y solo era el principio. Temía la llegada del verano. Se imaginaba a sí mismo a 40°, allí metido todo el día y le entraban sudores. Bueno, al menos ahora tenía trabajo, no el trabajo de su vida pero el kiosco le daba para vivir. Siguió despachando periódicos y fascículos de forma automática toda la tarde sin dejar de mirar el reloj en espera de la hora de cerrar. Ese día se le estaba haciendo pesado. Un poco antes de las ocho empezó a recoger. Fue descolgando revistas, guardando expositore

Remojada

Acabo de vivir una de las experiencias más excitantes de mi vida. Tal vez la que más me ha impactado hasta el momento actual. Seguramente no haya sido nada especial, nada del otro mundo… seguramente si yo fuera objetiva podría calificarlo de una experiencia más, algo que hasta ahora no había probado y ahora sí, algo curioso. Así de simple. Pero no soy objetiva, soy subjetiva, y como sujeto siento. Y las sensaciones que esta experiencia me ha provocado no han sido “una más”. ¿Por qué he disfrutado tanto? No lo sé. Quizás no me lo esperaba, no en ese momento, no con esa deliciosa compañía, no en esa precisa situación… No es algo con lo que hubiese fantaseado previamente, una de esas escenas que aderezan mis sueños más húmedos… No, simplemente ha ocurrido. Me he dejado llevar por el momento, por la excitación de la situación y… me ha gustado, me ha excitado, ¡mucho! Me ha provocado una sensación que hacía tiempo no tenía. Incluso ahora escribiéndolo, recordándolo para redactarlo, me exc

Erase una vez

Estoy preparando el relato de una experiencia que me ha... ¿impactado? Sí, creo que esa es la palabra...  Supongo que lo tendré listo en un par de días, en cuanto la sangre vuelva a llegar en condiciones a mi cerebro y a mis manos... ufff... Mientras tanto os dejo un cuento, para que os entretengáis. El mes pasado participé de nuevo en un concurso de relatos eróticos. El tema me pareció difícil: "Hadas". Siempre digo que escribo basándome mucho o poco en hechos reales porque no tengo imaginación y sinceramente, mi experiencia con hadas es bastante limitada :-)  Así que recurrí a lo más parecido que se me vino a la cabeza: los cuentos de hadas de mi niñez. Simplemente les añadí un punto pícaro y... ¡gané el concurso! A ver si os gusta... La princesa se sentía tremendamente desdichada. Nadie en el reino sabía por qué. Después de todo, tenía todo cuanto deseaba: belleza, riquezas, joyas y vestidos, una corte de aduladores a su alrededor, criados, doncellas... todo lo que una